Cuando una
película pesa, cuando deja su marca en tu cuerpo como si hubiera sido creada
para vos, como si hablara mirándote a los ojos, hay que ponerse de pie y
aplaudir. Eso es lo que me sucedió con la historia de Amelie. Ella es dueña de
una felicidad imprecisa, llena de colores y pequeños detalles que merecen ser
compartidos.
La idea del blog
es tomar cuestiones que tienen lugar en la película y utilizarlas como
disparadores para generar contenidos diversos que respondan no solo a la película
en sí, a sus situaciones y personajes, sino que lleven a un lugar de la
realidad. Porque, en definitiva, esta película habla de cada uno de nosotros.
Bienvenu!